La Policía Local de Arona recibía el pasado 28 de diciembre una alerta del Centro de Coordinación de Emergencia y Seguridad (CECOES) del Gobierno de Canarias en la que se informaba de la presunta desaparición de una persona de 80 años de edad, en el sendero de Punta La Rasca, existente entre el Palm Mar y Las Galletas. El aviso se producía tras una llamada al 112 por parte de operarios del hotel en el que se hospedaba el turista y alertados, a su vez, por la esposa, que había salido con él y lo había perdido de vista, y a la que sorprendió la oscuridad de la noche mientras intentaba localizarlo.

Una vez recibida la información, se organizó un operativo de búsqueda de la persona extraviada compuesto por dos agentes de la Unidad de Prevención Policial (UPP) y un subinspector de la Policía Local de Arona que recorrieron a pie el sendero.

Dada la dificultad de una búsqueda en la oscuridad, se solicitó la  colaboración al Servicio de Vigilancia Costera de la Guardia Civil, que cuenta con cámaras de infrarrojos y permiten la localización de cuerpos a gran distancia sin la necesidad de luz, captando el calor corporal para la localización de personas.

De esta forma se dio con un rastro calórico de una persona en la zona de costa a unos dos kilómetros entre el emisario del Palm Mar y el Faro.

Los agentes del servicio de vigilancia costera de la Guardia Civil trasladaron las coordenadas de ubicación del avistamiento y guiaron a los agentes de la Policía Local de Arona en comunicación telefónica directa.

Tras un trayecto de gran dificultad dadas las condiciones del terreno y pasadas las 23:30 horas, los agentes encontraron a una persona, con vida, que no se movía debido a que tenía las extremidades inferiores atrapadas entre las rocas. Se trataba del turista desaparecido que presentaba claros signos de hipotermia y deshidratación.

Se solicitó la colaboración del Consorcio de Bomberos de Tenerife que envió rápidamente una dotación del Parque de San Miguel de Abona para su rescate y traslado a zona segura.

Además, una vez localizado el afectado, uno de los agentes  acompañó a los sanitarios desplazados al lugar junto a un equipo de bomberos, acompañados de una bombona de oxígeno y el material sanitario necesario para estabilizar al afectado en el lugar de su localización.

Tanto agentes, sanitarios como bomberos, en estrecha colaboración y repartiendo esfuerzos, lograron trasladar la camilla del afectado, todo ello con la dificultad que entraña el que se encontrara fuera del sendero y de cualquier terreno practicable.

Una vez en el lugar en el que se encontraban los recursos sanitarios, una ambulancia de soporte vital básico, se atendió al afectado y se le trasladó a un centro hospitalario.

Fotografía de Bomberos de Tenerife